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El secreto de Lilith

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La invasión de los vampiros

A finales del siglo XVII, durante todo el siglo XVIII y principios del XIX, la creencia en la existencia de los no-muertos alcanzó una virulencia apoteósica. La leyenda vampírica adquiere gran intensidad en Centroeuropa y, desde allí, trasciende y se extiende a todo el Viejo Continente; aunque se manifiesta con gran espectacularidad en los países balcánicos. El famoso ensayo del abate Calmet [Vid. artículo anterior] y las medidas tomadas en Austria, Serbia, Hungría y, sobre todo, Rumanía, motivaron el crecimiento de la marea vampírica por toda Europa.
Se aconsejan muchos métodos para descubrir la tumba de un vampiro, aunque el más clásico es hacer cabalgar a un muchacho sobre un caballo blanco atravesando un cementerio. El joven deberá ser virgen y estar completamente desnudo; cuando el caballo se detenga ante una tumba o mausoleo, se habrá descubierto la guarida del maléfico ser. Posteriormente, se procederá a su destrucción por los medios aconsejados en los manuales de la época. En Hungría, Moravia, Polonia, Silesia, Rusia, Serbia, Montenegro, Bosnia, Rumanía, Bulgaria y, en menor medida, en el resto de Europa, la creencia en estos seres de la noche aterroriza y llena de diabólicas pesadillas las mentes de las gentes. El tema llegó a preocupar seriamente a las autoridades y, entre ellos, el rey Leopoldo I envió a Moravia, con la misión de investigar los casos vampíricos, a numerosos médicos y científicos. Al frente de toda esta comitiva de doctos señores de la medicina marchaba el señor de Vasimont, consejero de cámara de los condes de Bar; el doctor Rudolf Swartmann, especialista en efermedades oscuras; y el profesor Arnaldo Hartwing, cuyos trabajos sobre catalepsia y enterramientos prematuros eran de obligada consulta en las universidades europeas.
Para éste último, la mayoría de los supuestos vampiros eran personas enterradas vivas que, al despertarse bajo tierra se revolvían en una desesperada agonía y se producían heridas manchándose con su propia sangre. Al ser inhumados pr cualquier denuncia o sospecha y descubrir los cuerpos cubiertos de sangre aún fresca, se procedía al consabido ritual de acabar con el supuesto no-muerto. Hartwing tuvo muchos problemas con otros vampirólogos por causa de su escepticismo. Sin embargo, el hecho es que los casos de vampirismo se extendían por Centroeuropa a vertiginosa velocidad; las apariciones en Moravia dieron cauce para un famoso texto titulado Magia Phostuma, escrito por Carlos Fernando Schert e impreso en Olmuetz en 1706.
Se efectuaron numerosas inhumaciones, exorcismos, decapitaciones, empalamientos, destrucciones de cadáveres sospechosos por el fuego y todo lo preciso para evitar que los no-muertos pudieran escapar de sus tumbas para provocar la peste y matar a víctimas inocentes. Un sargento, antes de expirar, hizo el siguiente relato espeluznante:"era noche cerrada y yo dormitaba en la garita de guardia. De repente, abrí los ojos y, de entre la niebla, vi aparecer a un hombre alto, delgado y horrible, su rostro pálido casi verdoso, la nariz ganchuda, los labios finos y rojos como los bordes de una herida. Sonreía de forma cruel mostrando unos dientes enormes, muy blancos y puntiagudos, los ojos rojos y brillantes relucían como el fuego en las negras cuencas, olía con un hedor repugnante. Cuando se acercó a mí, comprobé que sus manos como garras poseían largas y retorcidas uñas, en las palmas de sus manos brotaban pelos como cerdas. Comencé a sentirme inmovilizado y dejé caer el fusil; estaba sin fuerzas. Aún aterrorizado, pude preguntar:¿Quién es usted? . El espantoso desconocido me respondió:Mi nombre es Boris Jalavich y quiero tu sangre . Luego perdí el conocimiento".
Los médicos al estudiar y efectuar la autopsia al sargento Kostav, descubrieron que el cuerpo casi no tenía sangre y que, en su cuello, aparecieron dos orificios negros semejantes a las picadoras de una serpiente. Este informe y muchos parecidos llegaron hasta el emperador José I, emperador de Austria-Hungría, que ordenó intensificar las investigaciones oficiales.
Otro caso parecido ocurrió en el reino de Serbia, en concreto en el regimiento Real de Wurtemberg. Este relato consta en el informe presentado por el médico de cámara de su majestad la emperatriz María Teresa de Austria; el doctor Van Swieten narra lo sucedido en la guarnición de Gradizca. El sargento de guardia Wilhelm Müller, ante varios testigos, hizo la siguiente y estremecedora declaración: "Ira Lupkanssa, la vieja bruja cárpata, la que fabrica amuletos contra los no-muertos, nos lo había advertido: . Naturalmente no creí su adevertencia y decidí cumplir los servicios habituales. Al llegar la media noche y en medio del fragor de la tormenta que había estallado, me pareció escuchar el grito horrible del centinela de la garita próxima; alarmado y fusil en ristre, corrí hasta el puesto de vigilancia. Lo que ví me erizó el vello. Una sombra oscura se inclinaba sobre el soldado y le mordía la garganta, bebiendo su sangre. Le apunté y le conminé a entregarse. Aquel hombre se levantó y a la luz de los relámpagos, descubrí un ser tan espantoso que me puse a temblar. Era alto, delgado; su rostro de piel apergaminada y color blanco verdoso, producía pavor; sus labios eran finos y rojos como el borde de una herida y al abrir la boca, mostró unos colmillos o incisivos (este punto no está muy aclarado) afilados como cuchillas. Le di el alto y el montruo, cubierto con la sangre del soldado que la lluvia hacía resbalar hasta el suelo embarrado, clavó sus ojos rojos y brillantes en mí, mostró los puntiagudos dientes y avanzó. Ni en las peores batallas sentí mayor pánico. Pude dispararle, pero no se detuvo, avanzaba entre el agua, los relámpagos y los truenos. perdí las fuerzas, dejé caer el fusil y perdí el conocimiento".
Poco después, el sargento Müller moría de anemia, así como veinticuatro soldados más de la guarnición. En las gargantas de todos ellos aparecieron dos negruzcos orificios, semejantes a las picadiras de un ofidio. Esta investigación fue conducida por el conde de cabreras y dio origen a un curioso libro, escrito por Michel Ruff y titulado De Masticatione Mortuorum in Tumulis. Los textos sobre vampirismo se produjeron a miles en la época y todavía hoy sería un trabajo ímprovo el investigarlos a fondo.

Conoce más de las bitácoras

¿Qué es eso del gore?

¿Qué es eso del gore?

El Gore, básicamente es un género cinematográfico, englobado generalmente por aquellas películas de serie Z o B llenas de sangre, mutilaciones y todo tipo de guarradas viscerales.En inglés Gore significa sangre o sangre derramada. Los teóricos (serios) del cine consideran este género como el último escalafón dentro de la industria cinematográfica y, desde luego, dentro de los géneros proscritos como el cine porno o el de serie Z. Según Jordi Costa: "como en el caso del porno, el gore se define por una exigencia de contenido bastante inelegante: si no hay cine porno sin eyaculación, no hay cine gore sin mutilación. Con un matiz: si no hay cine porno sin coito real, no hay cine gore sin crimen simulado.A diferencia del porno pues, el cine gore se dispone claramente a engañar al espectador".
El primer director que empleó el término Gore fue también su fundador, Herschell G. Lewis. L aintención de este director era causar profundas emociones en el espectador a la vez que, si resultaba que estos quedaban convencidos, había la posibilidad de que regresaran.Posteriormente se acuñó un nuevo término, splatter; nacido a partir de nuevos realizadores como George A. Romero. Literalmente su traducción significa salpicar (sangre, por supuesto). También acuñó Romero un nuevo término, splastick, mezcla de splatter y slapstick y cuyo actual representante es el mundialmente conocido Peter Jackson.
A principios de los sesenta, con una industria cinematográfica americana plenamente consolidada, los realizadores y productores comenzaron a pensar en un género que poseyera un reclamo fuertemente atractivo para el espectador. L aprimera idea que acudió a sus mentes pensantes fue el sexo (obviamente); pero esta fórmula pronto se agotó. Necesitaban un nuevo reclamo... y así nació el gore. Los antecedentes del género se hayan en el teatro, como no podía ser de otra manera tratándose del cine, y esencialmente en el espectáculo del Teatro del Gran Guiñol (1899) del empresario francés Max Maurey. Algunos de los elementos teatrales impactantes de esta compañía comenzaron a insertarse en el nuevo género cinematográfico de los años sesenta através de la Hammer, que se encargó de llevar los elementos teatrales al cine con la misma crudeza.
Grotescogore fue creado para recoger algunas de las mejores películas del género, así como noticias y datos referentes al mundillo gore. Y especialmente una sección que verse sobre la creación de efectos especiales e intente explicar cómo se hace esto del gore, es decir, cómo se mutila sin mutilar, como se deguella con un cuchillo sin hoja y como se ahorca a alguien sin deslizar y apretar la soga. Como lo restante, espero que os guste. Disfrutarlo!!!

Vampiros. Un poco de historia

Vampiros. Un poco de historia

"Haré levantar los muertos para que devoren a los vivos;
daré plena potestad a los muertos sobre los vivos".
(Descenso de la diosa Isthar al país Inmutable)

En realidad, el vampiro existe desde que aparece el ser humano. Muchos estudiosos del mito y del fenómeno vampírico han creído hallar en el animismo salvaje la razón del origen vampírico; uno de los científico, Taylor, encuentra la razón del vampirismo en la anemia sanguínea que sufrían muchos hombres en la antiguedad. Por otra parte, la leyenda del vampiro también se apoyó en los terrores y miedos más comunes: el miedo del hombre a la muerte y al más allá, a la noche, a las sombras. Y por si todo ello no fuera suficiente, los sabios, alquimistas, brujos y taumaturgos se encargaron también de fometar las leyendas, enriqueciéndolas con aportaciones escalofriantes de su propia cosecha. Por todo ello, los No-Muertos fueron acrecentando su siniestra fama hasta alcanzar su máximo apogeo en el siglo XIX con el romanticismo. Su base de operaciones, Europa Central: los Cárpatos, Transilvania y los escarpados farallones balcánicos.
Ya los acadios, los emblemáticos egipcios, los griegos y otras civilizaciones antiguas temían a los vampiros, a los que conjuraban con enigmáticos rituales. El Rappaganmekhab acadio presenta todas las características del mito vampírico clásico. En las tablillas de la diosa Isthar, Descenso al país Inmutable, aparecen también estas oscuras criaturas. Los vampiros griegos eran denominados Daimones Prostoxivi, los cuales salían de sus tumbas a la puesta del sol ansiosos de sangre fresca.
La Edad Media, época oscurantista por excelencia, fue campo inagotable para multitud de leyendas de este tipo. En ella nacieron los Loupsgarous de los francese, los Luttins de los normandos, los Verwolfe de los germanos, los Vampiros o Voukodlaks de los eslavos y los terribles Brucolacos de los pueblos mediterráneos. Todas estas criaturas alarmaron a la Iglesia que intentó, con poca eficacia, detenerlas por todos los medios.
Pero la eclosión más espectacular del mito se produjo durante el siglo XVII en los países centroeuropeos: en Serbia, Moravia, Hungría, Polonia, Silesia y Turquía. En Francia el abate Calmet, experto en teología, arqueología, estudios sobre el pueblo hebreo, la Biblia y otras materias, estudia a fondo el tema vampírico en "Vampiros de Hungría y alrededores". Sus conocimientos hacen de este abate francés el padre de la vampirología.
la leyenda del vampiro contiene numerosas variantes, aunque las características más clásicas son las siguientes: en vampiro pueden trasformarse cualquiera; mujeres, niños y hasta animales. las cusas de tal transformación pueden ser muchas: desde un suicidio, una maldición, ser mordido por otro vampiro, un fallecimiento violento, los sacrilegios, la magia negra, etc. generalmente los vampiros son criaturas de la noche que buscan sangre para seguir moviéndose en su mundo de tinieblas y vagan eternamente en una dimensión paralela de sombras y enigmas. Son una emanación demoniaca y para ellos la sangre es la vida, junto con la posesión erótica de sus vi´ctimas como objetivo más deseable. Muchos poseen poderes hipnópticos y pueden transformarse en niebla o en animales; la transformación más conocida es la del murciélago. No se reflejan en los espejos, reptan sobre los muros más lisos como enormes lagartos, dominan toda clase de bestias, huelen a putrefacción y descansan durante el día en tumbas que, obligatoriamente, deben estar tapizadas con tierra del lugar del que nacieron.

Enlaces sobre historia interesantes:

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Vampiros... Por fin!!!!

Vampiros... Por fin!!!!

Esta semana el blog va dedicado a mi tema favorito, así que durante siete días más o menos, mi pequeño rincón en la web será totalmente monotemático... Espero que os guste. Como entrante os dejo unas palabras de un conjuro rumano auténtico para invocar a las fuerzas del mal.

"Lobos, vampiros, sátiros, fantasmas,
elegidos de todas las huestas del infierno,
os ruego que me madéis aprisa muy aprisa,
la gran sombra gris,
que hace temblar a los hombres".

José M. Jarabo Pérez. Psicópata nacional

José M. Jarabo Pérez. Psicópata nacional

La posguerra ha quedado atrás; el estraperlo, el gasógeno y las cartillas de racionamiento son sólo un recuerdo amargo. El fin de una oscura y dura época daba paso a otra bien distinta. En el Madrid de nuestro protagonista, triunfaba Conchita Piquer y los jóvenes se congregaban en las calles de la gran capital; las tertulias, Chicote o la granja Florida eran los lugares de moda. En la plaza de las Ventas debutaba Curro Romero y Jarabo frecuentaba la bolera "Boulevard", las calles de Alcalá y el Retiro y el bar "Chócala", del que se dispensaba cliente asiduo.
El tal Jarabo era un hombre agradable, elegante, tenía muchas amistades, era marcadamente varonil, vestía muy bien, de cuerpo atlético y practicante de judo. Poseía gran atractivo físico, especialmente para las féminas, y de trato cordial. Las mujeres se volvían locas por él y jugaba de vicio a los bolos.Jarabo era el rey de la noche e iba de chica en chica; a veces terminaba bastante borracho y en orgías privadas con hermosas doncellas dispuestas a todo. Alcohol, drogas y chicas eran la base de las orgías que Jarabo se corría en el Madrid de la época; "juergas cojonudas" era su definición.Por entonces estaba casado con lo que llamaba su "novia seria", una inglesa llamada Beryl.
La brutal orgía de sangre comenzó el 19 de julio de 1958, un sábado entre las nueve y las diez de la noche. Jarabo se dirigía a casa de Emilio Fernández Díez copropietario de una tienda de compraventa junto con Félix López Robledo. Antes ya había hablado con Félix sobre un asunto que le preocupaba: la recuperación de un anillo de diamantes perteneciente a una de sus mujeres; la inglesa Beryl. Pero ésta estaba casada y tenía que obrar con discrección. Acordó con su amigo Félix acudir a la tienda de su propiedad, aunque jamás fue esa su intención y en realidad se dirigió al piso de Emilio Fernández, donde una confiada criada de 26 años (Paulina) le abrió tranquilamente la puerta. A la chica le impresionó el aspecto de Jarabo: guapo, alto y de aspecto extraordinariamente viril. Lo malo para la dulce Paulina fue que su visitante era un psicópata despiadado, que se introdujo en la cocina y sujetó a la doncella por detrás clavándole en el pecho el cuchillo que minutos antes había empleado ella para pelar judías. La ancha hoja partió el pecho en dos. Arrastró el cuerpo hacia la habitación, depositándolo en la cama; al hacerlo comprobó que la chica aún respiraba débilmente y machacó su craneo con la plancha hasta que expiró el último aliento.No aún satisfecho con su acto y, tal vez para fingir agresión sexual, taladró su vagina con el cuchillo; la sangre inundó el lugar como si de un matadero se tratase.
Muerta Paulina, Jarabo se sirvió un whisky y esperó, tranquilamente sentado, a su próxima víctima.Poco después se abrió la puerta y por ella entró Emilio en dirección al cuarto de baño; no había visto a Jarabo sentado en el salón. otra vez por detrás, Jarabo se acercó a su víctima y con su atlética fuerza lo inmovilizó y le disparó en la sien. Una composición de pingajos sanguinolientos, masa encefálica y miniaturas óseas salpicaba la sala. El cuerpo inerte de Emilio quedó en decúbito prono, con la cabeza entre la taza del inodoro y el bidé. Jarabo retornó a su sitio en el salón y esta vez bebía anís; ahora estaba esperando los posibles 10.000 duros que traería a casa la mujer de Emilio.
Al poco tiempo irrumpió en la casa Amparo, de 30 años y embarazada de pocos meses. Vio, sorprendida, a Jarabo sentado en el salón y le preguntó quién era. Irónicamente el asesino le respondió que era un inspector de hacienda y que había detenido a su marido por tráfico de oro y divisas. Sin embargo Amparo, que desconfiaba, le preguntó por la criada. La respuesta de Jarabo fue que se la habían llevado detenida dos compañeros suyos; pero Amparo se dió cuenta que estaba hablando con la propia muerte y corrió como loca hacia el dormitorio. Jarabo salió tras ella y la detuvo arrojándola sobre la cama; ella suplicó, rogó y lloró por su vida. Pero la pistola fue colocada a veinte centrimetros de la sien y Jarabo apretó el gatillo.Amparo falleció en el acto, recostada sobre la cama y en un gran charco de sangre.
Tras esto, el asesino impresionado por su brutalidad, tapó con una toalla este último cuerpo y regresó al salón a terminar la botella de anís.Se apoderó de algunos objetos de valor, regresó a la cocina para desnudar el cuerpo de Paulina y colocarlo en posición oscena. Puso copas semivacías y botellas sobre la mesa; se pintó los labios con carmín y simuló marcas de boca en las copas. Su idea era fingir que la barbarie, producto de su mano asesina, había sido causa de una desenfrenada orgía de los dueños del inmueble. Finalmente se echó a dormir, agotado.
El lunes día veintiuno de julio, Jarabo se introduce en la tienda propiedad de Emilio y su socio (Félix) y espera a su siguiente víctima.Nada más entrar Félix en la tienda y mientras cierra la puerta, el asesino le dispara dos tiros en la nuca. La sangre cubre a Jarabo y éste cambia su traje por otro limpio. Saquea la tienda, pero no encuentra rastro de dinero ni del anillo de su amante. Antes de marcharse, Jarabo llama por teléfono a Ángeles Mayoral, la compañera de Félix. Su idea era eliminar a la única persona que podía incriminarle; pero la mujer no cogió el teléfono y eso la salvó.
Como siempre, el asesino llevó su traje manchado a la tintorería y las manchas alarmaron a los dueños que pronto llamaron a la policía. El criminal había cometido un tonto y definitivo error. Posterior a su detención se produjo un largo juício que fue seguido por España entera; la gente creía que jamás sería ejecutado puesto que pertenecía a una familia rica y con influyentes amistades. Sin embargo, sí que fue condenado a garrote vil. Al amanecer del cuatro de julio de 1959, Jarabo entró en la celda de la muerte: una habitación con suelo de cemento en la que se imponía la presencia vertical de la máquina mortuoria. Su muerte fue toda una agonía, pues debido a su corpachón atlético al verdugo le costó mucho acabar con la vida del psicópata. Después de una penosa lucha, Jarabo murió. Oculto dentro de un armario, alguién logró grabar en super ocho la espeluznate ejecución del reo.
¿Por qué? José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo y Pérez Morris, nació el 28 de abril de 1928 en Madrid. Fue un niño de familia bien que estudió en un colegio elitista y al que se le detectó una inteligencia de 1,7 superior a lo normal. Su madre le mimó en exceso y el muchacho siempre llevaba los bolsillos llenos de dinero. Sin embargo y a pesar de todo, tuvo una infancia traumática. El episodio más terrible de su adolescencia transcurrió cuando una célula anarquista tomó el chalet en el que vivían y estableció allí una checa. Aquello se transformó para él en la cámara de los horrores: su infancia y adolescencia transcurrió entre las torturas de los milicianos a sus prisioneros, que eran finalmente ejecutados con un tiro en la nuca. También fue testigo de horrendos crímenes de guerra y torturas macabras. Por otra parte su padre, sádico e irascible, maltrataba a su madre y martirizaba a los perros hasta matarlos. Con este modelo de familia, Jarabo busca un modelo viril en su tío: bebedor empedernido, mujeriego y jugador. La vida de Jarabo fue un calco de la de su tío; aunque éste finalmente se reconvirtió y hasta formó una iglesia protestante. Sin embargo su sobrino fue de mal en peor hasta alcanzar las mismísimas puertas del infierno. ¿Traumas infantiles? ¿Falta de modelo paterno y familiar? ¿Qué es lo que transformó a Jarabo en un auténtico asesino? Es algo que aún hoy inquieta a los psicólogos.
La historia de Jarabo fue llevada a la pequeña pantalla por Bardem en la serie "La huella del crimen" y protagonizada por Sancho Gracia, en 1984.
Para información más detallada sobre Jarabo ir a la siguiente dirección:

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Licantropía. El hombre Lobo

Licantropía. El hombre Lobo

Lycaon, el primer rey de Arcadia, fundó un culto pagano a los dioses del Olimpo y en sus ceremonias cometía atroces asesinatos en sus cultos de ofrenda al dios, ofreciendo la sangre de las víctimas como prueba de devoción. Cunado las historias de las atrocidades de Lycaon y su séquito llegó a oídos de Zeus decidió bajar a la tierra para comprobar si eran ciertas tales historias.Al revelar su identidad divina Lycaon, que no creía en las palabras de Zeus, decidió ofrecerle un banquete de carne humana de niño para comprobar la verdadera identidad de su visitante. Si en realidad era el dios Zeus tendría que darse cuenta de la procedencia de la carne y la rechazaría, puesto que el canibalismo era una afrenta muy grave en la cultura griega. Zeus reconoció enseguida la procedencia de la carne y Lycaon decidió huir al campo para no ser alcanzado por su ira. Sin embargo, pronto comenzó a sufrir el castigo que Zeus le había reservado: lentamente comenzó a transformarse en hombre lobo.
Es el hombre lobo o licántropo, uno de los grandes personajes del panteón fantaterrorífico; en él se plantea la eterna dualidad del bien y el mal: en cualquier momento la bestia es capaz de dominar la parte humana y transformar al individuo en un asesino deseoso de sangre y muerte. El origen de la leyenda del licántropo es rastreable hasta la prehistoria, en donde los hechiceros conocían los temores de los hombres de las cavernas a los furiosos cánidos y propagaban la idea de que podían transformar en hombre lobo a todo aquel que osara desafiarlos.Durante siglos el hombre lobo ha sido un ser aterrador que vaga por los espesos y tenebrosos bosques buscando víctimas que devorar o transformar.Este peludo personaje pertenece al folclore de casi todos los países: es el wolfmänsch alemán, el lobisome gallego, el loup garou francés, el lupo manaro italiano, el okami japonés o el wolfman inglés; es un mito universal, digamos.
Para Reginal Scot los rasgos más destacados de este ser son una especie de alucinaciones que le provocan incontenible sed de sangre y el deseo esquizoide de devorar carne humana. la transformación pasa por cuatro fases diferentes: 1)transformación en animal, 2)excursiones nocturnas por el campo, 3)ataques a animales y humanos para devorar su carne y beber su sangre y 4)transformación de nuevo en humano.Existen numerosos testimonios históricos de esta especial y peligrosa epidemia de locura; ya en el siglo XVII en Luc (Francia) se produjeron numerosos casos de licantropía que aterrorizaron durante mucho tiempo la zona. Algunos de estos hombres lobo lograron ser curados de su mal gracias al poder de la planta Agnus Castus, que portaban al cuello. Antes hemos aludido a las leyendas griegas sobre licántropos, también en los textos de Virgilio encontramos casos de hombres lobo y Petronio nos cuenta otra escalofriante historia de licantropía en sus textos Cena Trimalchionis, en donde el licántromo es llamado Versipella. Este relato del siglo I a. C. fue repetido por los demonólogos y sus cuatro rasgos a los que antes aludíamos son referidos en la mayoría de historias sobre licantropía posteriores: seres que se trasforman a la luz de la luna llena, se despojan de sus ropas, orinan o realizan algún hechizo que les permita recuperar la forma humana y reciben heridas por simpatía.
Otro elemento que pasó a engrosar la leyenda es la idea de piel reversible; en 1541 capturaron en Pavía a un auténtico hombre lobo, el asesino dijo a sus carceleros que él se distinguía de un simple lobo porque el pelo le crecía hacia dentro y para comprobar su historia las autoridades le cortaron piernas y brazos y , aunque se demostró la falsedad de su testimonio, el hombre murió a los pocos días. Juzguen ustedes quién es, en esta historia, el criminal.
Las leyendas sobre licántropos alcanzan su máximo apogeo durante la oscura Edad Media y aún hoy día, sobre todo en aldeas de centro Europa, la leyenda sigue latente.Tomás de Aquino, Bodin, Alberto Magno, Rhanhaeo, Guazzo el monje italiano, autor del Compendium maleficarum (1622) y muchos prohombres de la época estudiaron a fondo la cuestión. Sin embargo, la leyenda sufre un cambio a raíz de la aparición del texto inglés "William of Palerne", en donde aparece por vez primera la imagen de un licántropo bondadoso; se trata de Alfonso, hijo del rey de España. esta obra fue traducida al francés a finales del siglo XIII. El Santo Oficio persiguió con saña a los supuestos hombres lobo, llevando a muchos de ellos a la hoguera; entre los procesos más conocidos podemos citar: los hombres lobo de Poligny (1522), el caso de Guilles Garnier (1573), el de Peter Stubb (1589), los hombres lobo de St. Claude (1598) o el caso de Jean Grémier (1603).El tema de la licantropía es tratado como enfermedad en los libros de medicina de la época y posteriormente incluso se dan casos de licántropos en la época actual (por ejemplo los ataques perpetrados hace años en México o Brasil)
Con el trancurso del tiempo todos estos estudios han enriquecido el mito, transportándolo junto con el del vampiro a la cumbre de la jerarquía del terror.
La versión más difundida es la del hombre bueno que, debido a la mordedura de un licántropo o por ataque de magia negra, se transforma en bestia en las noches de plenilunio. Cuando mantiene una apariencia humana sólo puede ser distinguido de sus semejantes porque sobre su pecho, a la altura del corazón, porta una cicatriz en forma de estrella de cinco puntas.El hombre lobo vaga sin descanso, buscando remedio para su mal y un sincero amor que lo libere para siempre de su particular cárcel maldita. Su poder es tal que puede enfrentarse a otras criaturas maléficas de la noche venciendo siempre. Por eso no es casual que tanto en el mundo del cine como en el mundo del comic nos encontremos enfrentamientos entre hombres lobo y vampiros, por ejemplo. El licántropo puede ser inmovilizado mediante balas de plata, especialmente las fabricadas con el preciosos metal fundido del cáliz de Mayenza. Pero su muerte será sólo transitoria, hasta el momento en que alguien cometa la tontería o el descuido de extraerle la bala alojada en su pecho; entonces se despertará con mayor sed de sangre y venganza. Para que muera y su alma alcance la paz eterna, sólo una mujer enamorada hasta tal punto de sacrificar su propia vida por él, puede lograrlo. Para ello se enfrentará el monstruo una noche de luna llena e intentará destruirle con la bala de plata.
El licántropo posee, además, un fascinante poder de regeneración; poder por el cual si alguién le cercena una mano o un brazo, éste será restituido en poco tiempo. Lo más fascinante de esta criatura es que es capaz de llevar una vida normal, ejercer una profesión, tener novia, casarse, ser un vecino normal o un miembro estimado de cualquier comunidad. Lo malo es que cuando la luna llena brilla poderosa y atractiva en el cielo; entonces, se transforma en el peor de los asesinos.
Cierro este capítulo tan velludo, con un antiquísimo dicho, pasado de boca en boca y de padres a hijos, entre las tribus zíngaras de Hungría:

"Hasta un hombre de alma serena
puede volverse lobo si el acónito
florece y brilla la luna llena"

Hombres lobo cinematográficos:

* El hombre lobo - dirigida por Henry Mac Rae (cine mudo)
* El hombre lobo en Londres (1935), de Stuart Walker
* El hombre lobo (1941), de la Universal con Lon Chaney
* Yo fui un hombre lobo adolescente (1957), de Gene Fowler Jr.
* La noche de Walpurgis (1970), de León Klimovsky
* Aullidos, de Joe Dante
* Un hombre lobo americano en Londres, de John Landis

Estas son algunas, pero hay muchas más.Y por último algunos enlaces para consultar más.

http://www.lodesconocido.com.mx/cripto_vamp_hlobo.htm
http://www.geocities.com/vvsanguis/hombre_lobo.html
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temblad, temblad malditos!!!

temblad, temblad malditos!!!

¿En qué oscuro rincón del alma humana anida esa furia ciega, esa incomprensible violencia que empuja al ser humano a asesinar y torturar, sin apenas motivo aparente, a sus semejantes? Los psiquiatras han intentado explicar este ciego comportamiento criminal de individuos aparentemente normales a partir de hechos científicos. Entendemos que esta forma de actuar del criminal es un acto de transgresión que, a su manera, se rebela contra un orden establecido por diversas reglas sociales, religiosas o de conducta. Entendido de esta manera, el crimen sería la brutal forma de expresión de una zona oscura de nuestra naturaleza primordial que se resiste a ser asfixiada por el corsé de la razón.Aquí os expongo algunos de los casos de seres mitológios pertenecinetes a la cara oscura del alma y otros seres, ya no tan mitológicos, que han pasado a la historia precisamente por desarrollar esa faceta transgresora y violenta contra sus semejantes. Leer vosotros mismos y sacar vuestras conclusiones. Y para quien esté alucinando con el tema propuesto para este blogger, decirle que no se escandalice que la que aquí escribe es un ser de lo más angelical con un odio visceral a cualquier clase de violencia, pero con especial fascinación por los extraños mecanismos que rigen los actos criminales de los más perversos asesinos de la historia. ¿Que por qué? El mal fascina a los más inocentes... es un hecho demostrado.